viernes, 22 de febrero de 2013

Dispositivos de giro y cierre de puertas



4.1. Dispositivos de giro de las puertas
 
Se entiende por dispositivo de giro de una puerta todo elemento que permita que el marco de la puerta se articule con los bastidores según corresponda. Normalmente, estos elementos articuladores son metálicos, y su tamaño depende del tamaño y peso de la puerta en que se colocan.
Para los bastidores que tienen movimiento de rotación se requieren herrajes combinados que faciliten este movimiento y no desentonen en su presentación exterior. Los dispositivos de giro más usados son las bisagras y los pernios.

4.1.1. Bisagras
Son las piezas de rotación más comunes y utilizadas; constan de dos piezas, una unida al soporte y la otra a la parte móvil, y ambas entre sí por un eje fijo o móvil desarmable.
Las alas se fijan a las piezas soporte y a los bastidores con tirafondos por la cara exterior o por el canto. A menudo se embuten en la madera.


Bisagra plana con remate.
Colocación de una bisagra plana.

Las alas pueden ser sencillas o dobles; y el eje, fijo o móvil. Se hacen laminadas de hierro, de latón, latonadas, fundidas o forjadas. Por lo común, se piden por milímetros de longitud y por la anchura de las alas abiertas.
Al marcar la colocación de las bisagras en el bastidor de la puerta se ajusta siempre bien el bastidor contra el marco fijo por la parte de arriba, y se utilizan cuñas para que se mantenga un poco elevado, ya que el peso del bastidor siempre tiende a vencerlo.
Existe una gran variedad de tipos de bisagras, pero dentro de las más utilizadas pueden distinguirse aquellas que se denominan según su colocación respecto al bastidor y al marco.


La bisagra de librillo es bastante común en la fabricación de mobiliario, pero que en la actualidad se está empezando a utilizar en la instalación de puertas de madera debido a su carácter totalmente oculto. En esta bisagra, el pasador es sustituido por una serie de láminas superpuestas e integradas en el mismo cuerpo, que dejan una junta completamente limpia.
 

Bisagra de librillo.

Otras bisagras que se emplean bastante, sobre todo en el sector de la hostelería, son las bisagras de doble acción, o de vaivén.
Éstas funcionan libremente en los dos sentidos de apertura y cierre, ya que poseen una pletina central, dos alas sobre las bisagras y un mecanismo de resorte que permite que la puerta siempre retorne a la posición inicial. Se fijan atornilladas al cerco y al canto de la puerta.

Bisagra doble acción.


4.1.1.1. Bisagra plana
En este tipo de bisagra, las chapas van enrolladas y prensadas alrededor de la espiga. Su rotación vale tanto para la izquierda como para la derecha.
Para colocar este tipo de bisagra sin embutir se juntan dos piezas y se señalan el sitio donde se instalará; después se sitúa la bisagra de modo que el centro del nudo coincida con el centro de las piezas y se atornillas los tirafondos.

4.1.1.2. Bisagra de codo o pestaña.
La característica de este tipo de bisagra es su nudo descentrado; su aplicación tiene como fin articular bastidores que no quedan en el mismo plano. La ventaja que tiene este sistema es que en trabajos corrientes permite una economía de tiempo y una colocación más fácil y rápida.
Tratándose de bastidores más salientes con respecto al marco con el cual forman ángulo, se emplean bisagras de codo, quebradas, determinando el desfase la mayor o menor dimensión de las alas de la bisagra.

4.1.2. Pernios
Consta de una pieza tubular inferior que remata en un vástago vertical sobre el cual gira otra pieza tubular superior. Se diferencia de la bisagra en que el vástago (que se corresponde con el pasador de la bisagra) está solidariamente unido a una pala o a una espiga. Dicho de otro modo: el nudo va incluido en una de las alas.

Existen en el mercado muchas variedades, dependiendo del tipo de unión y articulación entre el marco y el bastidor. Para las puertas pesadas, lo habitual es utilizar bisagras. En el caso de las puertas ligeras y de peso medio, los pernios han ido desplazando a las bisagras. Los pernios se pueden fijar con palas (lo más habitual) o con espigas lisas, roscadas, o con una combinación de ambas.

Existen los pernios con codo, que son aplicables a las caras sin embutir, y tienen un ala más ancha que la otra; se utilizan en los bastidores con pestañas. Hace falta especificar si son para derecha o izquierda, y para saber si un bastidor necesita pernios de una u otra mano basta mirarlo del lado (interior o exterior) desde donde esos herrajes serán visibles una vez instalados.

El pernio plano tiene las alas iguales, es desmontable y se coloca sin embutir.
El pernio acodado se caracteriza por tener el eje de movimiento de rotación en la arista exterior del bastidor, por lo que al abrirse se ve su extremo, motivo por el cual suele ser más decorativo.

El pernio quebrado, llamado también pernio de escuadra, lleva un ala mayor que la otra, y su altura depende de la profundidad del rebajo en el marco. Actualmente se utiliza poco.
 





4.2. Dispositivos de cierre de las puertas

Las cerraduras es el herraje más utilizado en el cierre y fijación de las puertas. Son mecanismos que se aplican a las hojas y se accionan por medio de una llave. La pieza elemental de este mecanismo es el pestillo, que con un movimiento rectilíneo se desliza introduciéndose en una armella, la cual a su vez va asegurada a un montante fijo.

Las cerraduras en carpintería se pueden embutir por la cara y por el canto; y hay otras que, sin embutir, solamente van fijadas por tornillos. La cerradura para embutir presenta un acabado “noble” en la cara vista e “industrial” en la cara oculta. El acabado noble puede ser latonado, latón pulido o acero inoxidable.

La cerradura embutida es la más segura, ya que tanto la parte de la cerradura que va al bastidor como la que va al marco o montante quedan ocultas si la puerta está cerrada, y queda a la vista solamente el escudo-placa para la cerradura. La parte de la cerradura que queda en el marco es de construcción sólida y dispone de numerosos puntos de fijación que la aferran eficazmente al marco. Esta modalidad de cerradura requiere que el espesor del larguero sea suficiente para montar la armella y no debilitar la estructura del montante dentro del cual va insertada.

Existen también unas cerraduras, denominadas de carpintería, empleadas en puertas de pisos, oficinas y locales, donde no se requiere cerrar cada vez con llave. En este caso, el pestillo va accionado con dos vueltas por llaves de seguridad y para cierres definitivos se hace correr también el pestillo.

La caja del pestillo va colocada por la cara del bastidor y la armella también se instala superficialmente en el larguero, lo cual requiere necesariamente que el marco tenga la suficiente superficie como para alojarlo.
Cerradura embutida



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